martes, 27 de octubre de 2009

Símbolos Satánicos

Existen símbolos del Demonio que tal vez, sin saber, usamos permanentemente. Son como puertas a un universo espiritual sombrío. Estos símbolos condensan poderes usados por chamanes y encantadores, y es bueno saber si contamos con algunos de ellos en nuestro hogar. A continuación, un breve inventario con algunos de los emblemas diabólicos más comunes.

LOS PENTAGRAMAS



El pentagrama común y el invertido son dos emblemas demoníacos. El primero es empleado en brujería y hace alusión a los cuatro elementos (fuego-aire-agua-tierra), mientras que el invertido alude a la estrella matutina, cuyo nombre el Diablo se adjudica.

Ambos son empleados en ceremonias esotéricas y es un recurso de conjura contra espíritus malignos. También encontramos el hexagrama, utilizado como herramienta mágica; se trata de una estrella ubicada dentro de un círculo.


LAS CRUCES EMBLEMÁTICAS


Por otra parte, tenemos la “rueda del sol”, más conocida como “cruz svástica”. Insignia religiosa empleada antiguamente, antes de que Adolf Hitler la aprovechara para representar a las fuerzas nazis. Fue emblema de celtas, budistas y griegos. Simboliza el recorrido solar en el firmamento.

Otra de las famosas cruces diabólicas en la Cruz Tau, que representa al dios persa Matras y a la deidad india Aryans. El empleo diabólico invierte el sentido original, ya que “Mathras” o “Matras” era el ángel celestial o benigno. Este símbolo es adoptado más tarde por los masones.

Por último, hallamos la “cruz invertida”, que expresa rechazo expreso por Cristo; es una forma de burla o de irreverencia. Es común que los satanistas empleen este símbolo en sus cuellos o que lo adopten estrellas del rock. La conocida “cruz de Nerón”, relacionada con la anterior, también es una blasfemia a Jesucristo que se encontró en más de un bastón empleado por Adolf Hitler mediante la inscripción “SS”. Su significado es “las ruinas del hombre muerto”.

Cabe destacar que la “S” es una letra satánica porque adquiere la forma de la caída de un rayo, significando “destrucción”. En los mitos y en la épica helénica es el instrumento de justicia empleado por el dios Zeus. Cuando se la utiliza como parte de la vestimenta, significa “dominio”. No es casual que las fuerzas nazis la adoptaran como insignia.

LOS ANIMALES DIABÓLICOS

El cuerno italiano, llamado también “unicornio”, fue parte de la mitología que los druidas llevaron a Irlanda y Escocia. Comúnmente se lo asocia con la buena suerte, pero los satanistas lo relacionan con las finanzas, y lo llaman "ojo del mal".

Los miembros de animales generalmente tienen un poder fetiche relacionado con prácticas oscuras. La cabeza de cabra (cabra cornuda) es empleada como amuleto de chamanes y brujos. También es una forma de irreverencia o burla, porque parodia la pureza del “cordero de Dios”, Jesucristo, que murió para salvar al mundo del pecado.

Un emblema egipcio retomado por los adoradores del diablo es el llamado “escarabajo sagrado”. En Egipto significaba “reencarnación” pero en los ritos satánicos se lo asocia con el “Dios de las Moscas” o Belcebú. Es usado como signo de protección.

miércoles, 21 de octubre de 2009


Según los expertos, en España hay más de 2.000 personas integradas en unas 100 sectas satánicas. Su número exacto, sin embargo, es muy difícil de determinar, ya que, la mayoría de las sectas satánicas y sus grupos tratan de permanecer ocultas, desconocidas, a no ser para sus miembros y muy pocos más. Prefieren dividirse y subdividirse a formar un grupo numeroso, que, aunque contaría con más fuerza, estaría más expuesto al desvelamiento de sus secretos y a las denuncias, con la consiguiente localización de los centros e identificación de sus adeptos, su represión y disolución.Proliferan, sobre todo, en el eje Madrid-Barcelona-Levante. Las causas de su proliferación son variadas. Desde el morbo, la curiosidad, el apetito sexual, el ansia de poder o la pérdida del sentido de lo sagrado
Tipos de sectas Satánicas
Las sectas Luciferinas : Creen que Lucifer ha sido injustamente tratado, le colocan al nivel del mito de prometeo y que este, muy por el contrario de lo que los cristianos desean mostrar, sería el símbolo del conocimiento y la sabiduría y por lo tanto la verdadera luz. Buscan el poder, dinero e influencias, sus adeptos suelen ser de un nivel económico alto lo que le da al grupo un cierto poder económico, suelen ser elitistas, racistas, esclavistas , generalmente de ultra derecha , sin ser esto último una regla.
Las sectas satánicas: Sus integrantes suelen ser principalmente personas con un profundo rechazo ante todas las instituciones sociales donde la secta le daría la posibilidad de realizar, acompañados, acciones en contra de lo establecido, familia , Iglesia , estado , etc. Carecen de unas convicciones "religiosas" tan marcadas como los otros grupos y su visión es más anárquica que creyente. Entre sus rituales es común el uso de drogas y prácticas orgiasticas.
Los “Adoradores de Seth” o los “Amigos de Lucifer”: Este grupo suele ser el más peligroso ya se les ha involucrado constantemente con secuestros, abusos sexuales e incluso en asesinatos. Actúan principalmente en Los Estados Unidos y por actos imitativos llega a Europa y Sudamérica. Se nutren principalmente de los integrantes del grupo b pero suelen exigir ciertas muestras de “fidelidad y dignidad” a través del secuestro de cadáveres, beber sangre, exposición sexual, necrofágia, necrofilia, etc. Que le van haciendo subir de escalafón lo que va ritualizando cada vez mas al grupo, que cuenta generalmente con un líder el cual termina siendo una especie de sacerdote o gurú quien les estará constantemente exigiendo nuevas pruebas. A este grupo es al que se le asocia el sacrificio humano en algunos rituales, se llega a hablar incluso de sacrificar bebes en ceremonias como afrenta a Dios.
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Las sectas satánicasLos grupos y los movimientos satánicos son, sin duda, muy diversos. Algunos están relacionados entre sí, otros no; ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista. Hay sectas cuya existencia es efímera o casi virtual; otras, con el tiempo, dejan de actuar o en algún caso continúan en forma oculta; algunas actúan públicamente, otras de modo secreto. Por otra parte, casi todas sufren cismas con mucha frecuencia, es decir, que un grupo se divide en uno o más troncos, los cuales a su vez se separan en otras ramas y así sucesivamente.En Estados Unidos se encuentra, sin duda, la mayor concentración de grupos satánicos que podríamos definir como conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente; y es también enese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Entre los grupos conocidos que han surgido en Estados Unidos y están todavía en actividad encontramos: Church of Satan, Temple of Ser, Order o[ the Black Ram, Werewolf Order, Worldivide Church of Satanic Liberafion, Church of War. Entre aquellos que después de algunos años parece que han dejado de actuar encontramos: Church of Satanic Brotherhood, Brotherhood of the Ram, Our Lady of Endor Coven, The Sairanic Orthodox Church of Nethilum Rite, The Satanic Church; existen, además, organizaciones sobre las cuales es difícil establecer si han cesado o no su actividad, como, la denominada Ordo Templi Satanis cuyos escritos tienen cierta difusión a través de Internet.Otro grupo satanista que ha tenido cierta notoriedad, también después de la observación que como participante ha hecho el sociólogo americano William Sims Baintiridge, es "The Process Church of the Final Judgement", surgido en 1965 en Inglaterra y difundido en algunos países, sobre todo en Estados Unidos antes de su escisión en dos grupos diversos; actualmente "The Process" se ha extinguido. En Inglaterra se ha detectado también la presencia de otras dos organizaciones satánicas conocidas: "Order of the Nine Angles" y "Dark Lily", mientras en Nueva Zelanda actúa el grupo Ordo Sinistra Vivendi, anteriormente denominado Order of the Left Hand Path. En Italia, entre las sectas satánicas de las que se sabe algo, porque de un modo u otro han llegado a la notoriedad de la crónica, podemos citar: Bambini di Satana, Chiesa di Sata na di Filippo Scerba Chiesa Luciferiana di Efrem Del Gatto, Impero Satánico della Luce deglo Inferí o Seguací del Maestro Loitan.Existen también grupos que no se presentan como satánicos y que, por ejemplo, afirman que practican ritos paganos para entrar en armonía con las fuerzas ocultas de la naturaleza, pero en realidad ponen de manifiesto aspectos que permiten su ubicación dentro del multiforme mundo del satanismo.Los ritos, los símbolos y las prácticas satánicasLos ritos introducidos por cada secta se basan, muchas veces, en modificaciones aportadas a ritos preexistentes. De todos modos, en líneas generales se puede decir que los ritos satánicos sirven a los fines del celebrante y son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que se considera que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Cuando por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo, por ejemplo, con respecto a una persona concreta, se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar); este es uno de los motivos por los cuales los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas; mientras que la elección de lugares precisos para realizarlos, dentro o fuera de la ciudad, probablemente depende de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva y, en algunos casos, de la presencia en dicho lugar de cementerios o de iglesias desconsagradas. No se puede excluir que durante los ritos satánicos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobre menores y hasta homicidios rituales.La agrupación en la cual se inspiran algunas sectas satánicas más recientes es la "Church of Satan", fundada en Estados Unidos en 1966 por Anton Szandor La Vey. El símbolo de esta secta es es llamado sello de Baphomet o sea, la cabeza de un chivo dentro de un pentáculo invertido (estrella de cinco puntas boca abajo), inscrito en un círculo con cinco letras hebreas en el extremo de cada punta y todo esto, a su vez encerrado en otro círculo. La Vey es autor de tres libros, que constituyen un punto de referencia para el mundo satánico contemporáneo: The Satanic Bible, Complete Witch, Me Satanic Rituals. En este último se encuentran diversos ritos oficiados en latín, inglés francés y alemán.El rito principal de todo grupo satanista, es decir, la misa negra, ha sido descrito por La Vey tanto en "The Satanic Bible" como en "The Satanic Rituals". Los diversos grupos satánicos introducen modificaciones respecto al rito aplicado por La Vey, quien lo ha establecido siguiendo el modelo de las más antiguas misas negras europeas, y que se inspira, entre otros, en los escritos del poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867) y del escritor Charles Georges Huysmans (1848-1907).El rito es oficiado por un celebrante, un diácono y un subdiácono; como instrumentos se usan algunos cirios un pentáculo invertido, un cáliz lleno de vino o de licor, una campanilla, una espada, un aspersorio o falo, y un crucifijo invertido; también se usa una Hostia auténticamente consagrada. El altar de la misa negra es una mujer desnuda y los participantes llevan vestidos negros con capucha. El rito imita, más o menos, el de la misa católica con las oraciones recitadas en latín, inglés y francés. Naturalmente, en lugar de invocar el nombre de Dios se invoca el de Satanás; se invocan nombres de diversos demonios; se recita el Padre nuestro en sentido contrario y negativo (padre nuestro que estás en el infierno); se lanzan invectivas contra Jesucristo, y la Hostia es profanada de varias maneras (utilizándola en prácticas sexuales, pisoteándola repetidamente con odio).Las creencias satánicasLas creencias satánicas pueden variar de uno a otro grupo. Por ejemplo, hay quien ve en Satanás un ser más o menos simbólico, expresión al mismo tiempo, de la transgresión y del racionalismo; y en los ritos, una especie de psicodrama brutal que tiene por finalidad liberar al fiel de los condicionamientos religiosos, morales y culturales que provienen de su ambiente. Algunos satanistas que se reconocen en esta descripción afirman que «el Satanismo es una religión de la carne. Para el satanista la felicidad se debe encontrar aquí y ahora. No existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego como castigo para el pecador». En cambio, hay quien ve en Satanás un ser real, príncipe de las tinieblas, al cual es posible dirigirse mediante rituales mágicos para obtener favores de diverso género. Y también quien ve en Satanás, particularmente en Lucifer, una figura positiva que se opone a la acción del Dios de la tradición judeo-cristiana, considerada negativa.En general, es difícil dar una definición unívoca de las creencias a las que se refiere una determinada secta satánica. Por ejemplo, el satanismo introducido por la Vey, en algunos aspectos ve el mal como fuerza vital e impersonal, objeto de un culto - a través de rituales precisos- por medio del cual se pueden dominar las facultades destructivas propias de tal fuerza; por otro lado, resulta claro que La Vey, en algunos ritos -aunque en clave metafórica- se dirige al demonio como a un ser personal, creando, por lo tanto, la ambigüedad de fondo, que es típica del ambiente satanista. Se puede notar una ulterior contradicción en quien practica los absurdos rituales de la Church of Satan, en los cuales hay una precisa y virulenta contraposición al Evangelio, a la Iglesia y a su liturgia: si una persona no cree ni en Satanás, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio eucarístico, no se ve por qué se deba empeñar tan fanáticamente en las misas negras.La aproximación al ambiente del satanismoAlgunos de los caminos por los cuales es más fácil entrar en contacto con un grupo satanista son: la frecuentación de ambientes esotéricos, mágicos y ocultistas hasta llegar a habituarse a las ideas y prácticas de los mismos, y al deseo de ir más allá para experimentar nuevas vías de conocimiento; la participación en reuniones espiritistas para la evocación de seres particulares, en las cuales no es difícil que se llegue a la invocación de espíritus demoníacos y donde se puede encontrar a quien participa también en ritos satánicos; el recurso a los magos para afrontar problemas de diverso género que, como muchas veces se prolongan en el tiempo, se trata de solucionar hasta con el recurso a la llamada magia negra, la cual casi inevitablemente introduce en el mundo de los ritos satánicos llevados a cabo por individuos o grupos más o menos organizados; la atracción idolátrica que se manifiesta con respecto a ciertos cantantes y grupos de música rock, a los cuales se permite -mediante el mensaje de sus canciones- blasfemar e invitar al suicidio, al homicidio, a la violencia, a la perversión sexual, al uso de droga, a la necrofilia y a la implicación en el satanismo.Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar: la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas; la voluntad de «contestar» a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos; la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia; la adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos; la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos: la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa; el impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo; la disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.Hay actitudes que, por así decirlo, «hacen el juego» al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual. La primera actitud es la de subestimar este fenómeno, considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.Otra actitud, que podemos considerar como opuesta a la primera, es la sobrevaloración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades criminales (aunque no se tengan fundados elementos para hablar de crímenes cometidos por tales grupos) capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.Una tercera actitud es la que se puede definir corno fobia antisatanista, derivada de la difusión -casi como posición tomada- de una crítica excesiva y sistemática, algunas veces también infundada, a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque -o cuando- las mismas se colocan correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómeno.Consideraciones finalesEntre las diversas preguntas que muchos se hacen en relación con el problema del satanismo, está la que tiene por objeto la posibilidad de ver en él una acción explícita del maligno, por ejemplo, mediante la posesión diabólica de quien participa en ritos satánicos. Considero que tal acción no consiste tanto en la manifestación de fenómenos preternaturales, cuanto en una exasperada aversión hacia Dios, Jesucristo, la Virgen María, la Iglesia y todas las cosas santas. Los posibles casos de posesión diabólica que se pueden encontrar entre quienes participan deliberadamente en actividades satánicas, se pueden considerar casos de tipo -por así decir- activo y no pasivo, que derivan del hecho de que son las mismas personas las que voluntariamente se ofrecen al demonio.De todos modos, el principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una completa inversión de los valores: lo que objetivamente es equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás; además, la asunción, típica del ambiente satánico, del lema crowleyano: "Hacer lo que quieras será toda la ley", lleva inevitablemente al hombre a considerar que en realidad la propia libertad no termina donde comienza la de los demás. Para concluir, después, con la constatación de que el hombre que diviniza la materia, que se considera dios y así se sitúa en el lugar del Creador, inevitablemente va al encuentro de la amarga e inevitable realidad de la propia finitud y de la impotencia humana, sufriendo contragolpes que pueden arrastrarlo a serias consecuencias psicofísicas con caídas de tipo depresivo.El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudo-racional que se busca como justificación. El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; se concreta en los pecados personales y tiene como común denominador de los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias, la negación de la recta razón y una herida profunda a la integridad de la persona humana, cosa que se manifiesta en las aberraciones sexuales, en la sed de poder, en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito, en un narcisismo exasperado; todos esos elementos alejan del amor a Dios y al prójimo, y de la búsqueda del verdadero bien personal y común.En este mundo, en donde se tiene la impresión de que el mal -como quiera que se entienda- vence al bien, creo que es cada vez más urgente dirigir a todos la exhortación del Santo Padre: "No tengáis miedo". Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo, único Salvador del hombre.

martes, 20 de octubre de 2009


Dos formas de satanismo

Pero aquí distinguimos inmediatamente dos formas de satanismo, bastante diferentes una de la otra; está el satanismo de los que no creen en Satán, como no creen en Dios, y que por consecuencia no rinden culto, propiamente dicho, a Satán, aunque toda su vida se desarrolle de acuerdo con los principios y las sugerencias de Satán.

Para esta primera forma de satanismo es exacto decir la frase tan frecuentemente repetida y de la cual hemos indicado los límites: "La mejor astucia de Satán es la de hacer creer que no existe!"

Pero es completamente inútil detenernos en esta primera forma de satanismo. Es puramente negativa. Se encuentra, además, sin la menor mala intención. hasta en excelentes cristianos que no saben que están en oposición con la ortodoxia y con el Evangelio.

Lo que debemos estudiar es el satanismo bajo sus formas activas. Hablamos en plural porque parece que existieron en el transcurso de los siglos, y sin duda siguen hasta en nuestros tiempos, por lo menos dos formas muy distintas de satanismo activo: el satanismo-religión y el satanismo-magia.

El satanismo-religión

En cuanto reflexionamos sobre el asunto no podemos dejar de llegar a esta comprobación asombrosa: ¡La historia del satanismo-religión se confunde con la historia de las religiones!

Esta conclusión es tan enorme que requiere una explicación.

La historia de las religiones está muy adelantada actualmente en sus investigaciones. No habla mucho en general de Satán. Los demonios no tienen en ella más que un lugar muy restringido. El historiador de las religiones se dedica a describir objetivamente las creencias religiosas de los pueblos, a nombrar a los dioses, a indicar los atributos de cada una de las divinidades adoradas por tal o cual grupo humano. Expone los ritos mediante los cuales se honraba a los dioses. No llega en principio a un juicio de valor. No hace metafísica y menos teología cristiana.

Pero ¿podemos evitar aquí recurrir a ésta última? Puesto que hablamos de Satán y de su presencia en el mundo, ¿no debemos colocarnos en el punto de vista cristiano, el único punto de vista según el cual Satán está exactamente situado donde se halla, efectivamente, en el cuadro general de los seres?

¿Qué dice, pues, el Evangelio? ¿Qué han dicho los Padres de la Iglesia? ¿Qué enseña la teología cristiana con respecto al tema de las religiones paganas?

El Evangelio, y nunca podríamos insistir bastante sobre esto, da a Satán ese título increíble y sin embargo necesariamente cierto, puesto que es Jesús en persona quien se lo da: ¡Príncipe de este mundo! ¿Cómo semejante título puede pertenecer a Satán, si las divinidades paganas no son lisa y llanamente demonios?

Los Padres de la Iglesia lo han comprendido así, unánimemente. Para ellos no existe la menor duda sobre este punto. Los dioses paganos son demonios. Los oráculos paganos, los de Dodona o de Delfos, y los otros que son menos célebres, son oráculos demoníacos, manifestaciones de satanismo.

La teología cristiana ha adoptado, naturalmente, este punto de vista. La descripción histórica de los paganismos antiguos o modernos no es para nosotros una diversión del espíritu, una curiosidad literaria cualquiera, sino la comprobación deplorable de la dominación de Satán entre los hombres.

¿Cómo ha podido hacerse esta toma de posesión de las adoraciones y de las imploraciones humanas por Satán y sus demonios? Parece haberse hecho insensiblemente, por un deslizamiento inconsciente, por una especie de realismo rudimentario. Los historiadores de las religiones, en efecto, admiten, en general, que en todas las religiones, la existencia de un Dios supremo, de un Dios soberano, todopoderoso y todo bondad, está reconocida, pero que estas mismas religiones relegan casi siempre a este Dios a una lejanía, y reservan los homenajes a todo un mundo de divinidades inferiores, buenas o malas, que se saben subordinadas al Dios soberano, pero que se consideran más próximas a nosotros, más mezcladas a nuestro destino, más útiles, por consiguiente, para invocar o para conjurar.

Finalmente, en buen número de paganismos, son las fuerzas malhechoras las que se considera más urgente conciliar y a las cuales se ofrecen sacrificios rituales.

Este "realismo" rudimentario, esta manera de recurrir, en cierto modo, a lo más urgente, parece haber sido el origen de todas las mitologías paganas, de todos los ritos paganos, y de sus mezclas ulteriores en sincretismos prácticos de los cuales el Partenón de Agripa nos da un indicio.

Lo que es indudable es que a los ojos de los judíos, y mucho más aún de los cristianos, todas las divinidades no podían ser más que demonios. De ahí la lucha heroica de parte de los judíos en tiempos de los Macabeos, sobre todo, y de parte de los cristianos durante todo el período de las persecuciones sangrientas. De ahí esta especie de horror sagrado que los cristianos sentían frente a lo que ellos llamaban los "ídolos", es decir, los vanos simulacros del culto demoníaco pagano.

Desde el punto de vista que adoptamos aquí es, pues, evidente que la historia de las religiones (si ponemos a un lado la única religión verdadera, la de los Patriarcas, luego la de Moisés y por fin la religión cristiana) no es otra cosa que la historia del satanismo. y es sólo así que podemos comprender la expresión: Príncipe de este mundo, atribuida por Cristo a Satán.

Cuando comparamos la exigüidad del culto del verdadero Dios, de Yahweh primero, luego del Verbo encarnado, a la inmensidad del dominco de los falsos dioses, nos vemos obligados a reconocer que si Jesús es el verdadero Rey, tuvo mucha razón en decir: "Mi reino no es de este mundo".

Y comprendemos así la insistencia con la cual, en las ceremonias del bautismo cristiano, se multiplicaban -y todavía se multiplican - los exorcismos para expulsar al demonio. Dichos exorcismos se encuentran en innumerables ocasiones en la liturgia católica. Cuando un sacerdote "hace" agua bendita, pronuncia sobre la sal que va a mezclar con ella las palabras siguientes:

"Te exorcizo, sal creada por el Dios viviente..., para que te conviertas en sal exorcizada para la salvación de los creyentes; para que seas, para las almas y los cuerpos de todos los que te usarán, un elemento de bienestar; para que de todo lugar donde hayas sido repartida sea alejada, echada, toda ilusión, toda malicia y toda emboscada del Demonio engañador, así como todo espíritu inmundo, conjurado por Aquel que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, y al mundo por el fuego. Así sea!".

Luego dice, igualmente, sobre el agua que va a bendecir:

"Te exorcizo, agua creada en el nombre de Dios, Padre todopoderoso..., para que te conviertas en agua exorcizada que aleje toda potencia enemiga; para que también seas capaz de alejar y desarraigar al Enemigo mismo, con sus ángeles apóstatas, por la virtud misma de ese mismo Jesucristo, Nuestro Señor..."

y además:

"Oh Dios, que para salvación del género humano has mezclado la substanc;a del agua a tus más grandes misterios, atiende en tu misericordia nuestra invocación para que esta criatura que es tuya reciba de la gracia divina el poder de alejar los demonios. .."

Por fin, en el día de la bendición de las aguas, en la magnífica liturgia del Sábado Santo, se repite entre otras cosas:

"Ordena, Señor, que todo espíritu impuro se retire de aquí: aleja de este elemento toda la malicia y todos los artificios del demonio.
"Que la potencia enemiga no se mezcle con estas aguas; que no ronde alrededor de ellas y no se deslice en ellas secretamente; para infestarlas y corromperlas.
Que esta criatura santa esté a cubierto de todo ataque del Enemigo, purificada por la expulsión de toda malicia..."

¿Quién puede dudar que en estas fórmulas la fe de la Iglesia esté afirmada con ostentación?

Pero dirán, ésas no son más que frases, residuos de antiguas creencias que no constituyen quizás a los ojos de los hombres de nuestra época más que supersticiones. A lo cual contestamos con hechos. En todos los casos de posesión que hemos relatado todos los testimonios de los exorcistas y los testigos de sus intervenciones son categóricos: no es posible asperjar a un poseso o una posesa con agua bendita sin que el espíritu maligno que está en ellos acuse recibo del ataque que se le está haciendo: "¡Me quemas! ¡Me quemas!", grita. Hay, pues, en el agua bendita una virtud actuante que hace anular las secretas acciones demoníacas. y esto nos conduce a otro aspecto del satanismo.

El satanismo-magia

Se admite corrientemente que siempre hubo también un satanismo-magia, paralelo al satanismo-religión que hemos indicado brevemente. A decir verdad, no han faltado especialistas de la historia de las religiones y los cultos, que no hayan pensado y enseñado que la magia había, inclusive, precedido a la religión, que había sido la primera forma de ella, que todas las religiones paganas derivaban de la magia. Pero esta opinión parece cada día más descartada y merece serlo. Es muy poco probable que los hombres hayan empezado por la magia para derivar luego hacia la religión propiamente dicha.

¿Qué es, en efecto, la magia, en oposición con la religión?

En la relig:ón, el hombre se inclina delante de una potencia superior, la adora, le implora, reconoce su propia debilidad y su impotencia. Admite su subordinación. En los pueblos actualmente más "primitivos", es decir menos evolucionados, que han seguido, pensamos nosotros, más cerca de los orígenes, tales como los pigmeos, esta actitud hacia la divinidad está todavía en vigor. La religión es hasta más pura que en los pueblos más avanzados.

En la magia el hombre se vanagloria de un poder misterioso. Lejos de inclinarse ante la divinidad, cree poder dominarla, inventa y utiliza fórmulas mediante las cuales estima que puede poner a su servicio las fuerzas superiores a las cuales se dirige. La mentalidad del mago o del brujo, ese hermano gemelo del mago es más rústico es muy diferente del hombre religioso. ¿Cómo ha podido llegar un hombre a esa mentalidad? Es para nosotros un misterio. La magia es mucho más satanista, creemos nosotros, que la idolatría. En la idolatría, hay un alma de verdad. Se equivocan sobre la naturaleza del objeto que veneran, no sobre la necesidad de una subordinación o de una imploración. ¡No dirigen esos homenajes al verdadero Dios, pero no se equivocan al pensar que esos homenajes son merecidos por Alguien!

En la magia, hay una especie de sacrilegio, un orgullo de poderío verdaderamente satánico. El mago da las órdenes. Sabe que a los dioses les llegará su turno, que harán pagar caro su sumisión pasajera, pero está orgulloso de obligarlos, de hacerse obedecer por lo menos un día, de tener, mientras las cosas vuelven a lo justo, un poder que lo hace temible ante sus semejantes y le otorga ventajas inmediatas.

La magia, sin duda, procede del mismo realismo grosero que la idolatría. Se ha adorado a las divinidades inferiores, es decir a los falsos dioses, en detrimento del único Dios reconocido por los "primitivos", porque esas divinidades estaban más cerca, eran más útiles de invocar y de conciliar, pero algunos han llevado aún más lejos este realismo, han pasado de la religión a la magia, de la sumisión a una especie de pacto implícito que les daba el derecho de dar órdenes a la misma divinidad. El paso de la religión a la magia es una deformación, pero es más natural que el paso de la magia a la religión. Si los hombres hubieran empezado por la magia, no vemos cómo hubieran ido para atrás, en cierto modo, hacia la religión, al implorar a los representantes de fuerzas que creían sometidas a su poder.

He ahí pues dos clases de satanismo bien definidas: el satanismo-religión y el satanismo-magia. En el primero, Satán es el "Príncipe de este mundo", porque el mundo entero se inclina ante sus altares y le ofrece sacrificios; en el segundo, Satán parece consentir en obedecer a ciertos hombres, cuando emplean ciertas fórmulas o realizan ciertos ritos, pero no pierde nada con ello porque sabe que la magia o la brujería es un pagaré contra los que la practican, de suerte que su dominación sobre ellos será finalmente todavía más completa y absoluta que sobre cualquiera de sus otros adoradores.

El satanismo de nuestros días

¿Qué queda en nuestra época de este satanismo secular? Todo el mundo comprenderá que es imposible contestar esta pregunta.

El satanismo-religión, tal cual lo hemos definido, está en vías de desaparecer rápidamente. Los altares de los falsos dioses son cada día menos numerosos en el mundo. Esto no significa que la posesión de Satán se extienda menos, puesto que lo hemos mostrado activo en inmensos imperios. Pero ha cambiado de táctica. Ha debido adaptarse a la evolución general de la humanidad, de la cual no es el amo absoluto, por más que desempeña en ella un importantísimo papel.

La forma más reciente del satanismo es el marxismo ateo. Es satánico por cuanto niega a Dios y al Diablo, por cuanto niega el alma, por cuanto sólo conoce la materia como asimismo la vida presente, y porque mutila al hombre segándolo de su destino de inmortalidad. Satán no tiene qué hacer con el amor de los hombres y de los mismos demonios. Él es el odio. Su triunfo es la expansión del odio. Hoy en día la forma de odio más eficaz, más generalizada, es el marxismo ateo. Odio de clase, odio entre razas, entre los pueblos, odio por todas partes, bajo el disfraz de una preocupación por el proletariado que es totalmente material, así es el marxismo. El satanismo-religión, de este modo, logra extenderse mucho más, es mucho más activo, mucho más pernicioso de lo que ha sido jamás. Sus mentiras son más enormes, sus negaciones más radicales, sus excitaciones más homicidas de como se las ha conocido hasta ahora.

Todo el mundo está de acuerdo en que el marxismo es verdaderamente una religión, en el sentido que moviliza en el corazón de todos sus adherentes la totalidad de las fuerzas de celo, abnegación, sacrificio, que se encuentran en las efusiones religiosas.

Pero esta religión no puede ser denominada sino satánica, puesto que se opone radical y furiosamente a la fe en Dios.

Con todo, el satanismo-religión subsiste todavía, en estado de idolatría, en los pueblos que parecen, por lo demás, abiertos como cosa natural a la invasión próxima del marxismo ateo ¡sin que conozcan para nada a Karl Marx!


Las sectas satánicas

Los grupos y los movimientos satánicos son, sin duda, muy diversos. Algunos están relacionados entre sí, otros no; ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista. Hay sectas cuya existencia es efímera o casi virtual; otras, con el tiempo, dejan de actuar o en algún caso continúan en forma oculta; algunas actúan públicamente, otras de modo secreto. Por otra parte, casi todas sufren cismas con mucha frecuencia, es decir, que un grupo se divide en uno o más troncos, los cuales a su vez se separan en otras ramas y así sucesivamente.

En Estados Unidos se encuentra, sin duda, la mayor concentración de grupos satánicos que podríamos definir como conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente; y es también en
ese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Entre los grupos conocidos que han surgido en Estados Unidos y están todavía en actividad encontramos: Church of Satan, Temple of Ser, Order o[ the Black Ram, Werewolf Order, Worldivide Church of Satanic Liberafion, Church of War. Entre aquellos que después de algunos años parece que han dejado de actuar encontramos: Church of Satanic Brotherhood, Brotherhood of the Ram, Our Lady of Endor Coven, The Sairanic Orthodox Church of Nethilum Rite, The Satanic Church; existen, además, organizaciones sobre las cuales es difícil establecer si han cesado o no su actividad, como, la denominada Ordo Templi Satanis cuyos escritos tienen cierta difusión a través de Internet.

Otro grupo satanista que ha tenido cierta notoriedad, también después de la observación que como participante ha hecho el sociólogo americano William Sims Baintiridge, es "The Process Church of the Final Judgement", surgido en 1965 en Inglaterra y difundido en algunos países, sobre todo en Estados Unidos antes de su escisión en dos grupos diversos; actualmente "The Process" se ha extinguido. En Inglaterra se ha detectado también la presencia de otras dos organizaciones satánicas conocidas: "Order of the Nine Angles" y "Dark Lily", mientras en Nueva Zelanda actúa el grupo Ordo Sinistra Vivendi, anteriormente denominado Order of the Left Hand Path. En Italia, entre las sectas satánicas de las que se sabe algo, porque de un modo u otro han llegado a la notoriedad de la crónica, podemos citar: Bambini di Satana, Chiesa di Sata na di Filippo Scerba Chiesa Luciferiana di Efrem Del Gatto, Impero Satánico della Luce deglo Inferí o Seguací del Maestro Loitan.

Existen también grupos que no se presentan como satánicos y que, por ejemplo, afirman que practican ritos paganos para entrar en armonía con las fuerzas ocultas de la naturaleza, pero en realidad ponen de manifiesto aspectos que permiten su ubicación dentro del multiforme mundo del satanismo.

Los ritos, los símbolos y las prácticas satánicas

Los ritos introducidos por cada secta se basan, muchas veces, en modificaciones aportadas a ritos preexistentes. De todos modos, en líneas generales se puede decir que los ritos satánicos sirven a los fines del celebrante y son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que se considera que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Cuando por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo, por ejemplo, con respecto a una persona concreta, se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar); este es uno de los motivos por los cuales los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas; mientras que la elección de lugares precisos para realizarlos, dentro o fuera de la ciudad, probablemente depende de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva y, en algunos casos, de la presencia en dicho lugar de cementerios o de iglesias desconsagradas. No se puede excluir que durante los ritos satánicos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobre menores y hasta homicidios rituales.

La agrupación en la cual se inspiran algunas sectas satánicas más recientes es la "Church of Satan", fundada en Estados Unidos en 1966 por Anton Szandor La Vey. El símbolo de esta secta es es llamado sello de Baphomet o sea, la cabeza de un chivo dentro de un pentáculo invertido (estrella de cinco puntas boca abajo), inscrito en un círculo con cinco letras hebreas en el extremo de cada punta y todo esto, a su vez encerrado en otro círculo. La Vey es autor de tres libros, que constituyen un punto de referencia para el mundo satánico contemporáneo: The Satanic Bible, Complete Witch, Me Satanic Rituals. En este último se encuentran diversos ritos oficiados en latín, inglés francés y alemán.

El rito principal de todo grupo satanista, es decir, la misa negra, ha sido descrito por La Vey tanto en "The Satanic Bible" como en "The Satanic Rituals". Los diversos grupos satánicos introducen modificaciones respecto al rito aplicado por La Vey, quien lo ha establecido siguiendo el modelo de las más antiguas misas negras europeas, y que se inspira, entre otros, en los escritos del poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867) y del escritor Charles Georges Huysmans (1848-1907).

El rito es oficiado por un celebrante, un diácono y un subdiácono; como instrumentos se usan algunos cirios un pentáculo invertido, un cáliz lleno de vino o de licor, una campanilla, una espada, un aspersorio o falo, y un crucifijo invertido; también se usa una Hostia auténticamente consagrada. El altar de la misa negra es una mujer desnuda y los participantes llevan vestidos negros con capucha. El rito imita, más o menos, el de la misa católica con las oraciones recitadas en latín, inglés y francés. Naturalmente, en lugar de invocar el nombre de Dios se invoca el de Satanás; se invocan nombres de diversos demonios; se recita el Padre nuestro en sentido contrario y negativo (padre nuestro que estás en el infierno); se lanzan invectivas contra Jesucristo, y la Hostia es profanada de varias maneras (utilizándola en prácticas sexuales, pisoteándola repetidamente con odio).

Las creencias satánicas

Las creencias satánicas pueden variar de uno a otro grupo. Por ejemplo, hay quien ve en Satanás un ser más o menos simbólico, expresión al mismo tiempo, de la transgresión y del racionalismo; y en los ritos, una especie de psicodrama brutal que tiene por finalidad liberar al fiel de los condicionamientos religiosos, morales y culturales que provienen de su ambiente. Algunos satanistas que se reconocen en esta descripción afirman que «el Satanismo es una religión de la carne. Para el satanista la felicidad se debe encontrar aquí y ahora. No existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego como castigo para el pecador». En cambio, hay quien ve en Satanás un ser real, príncipe de las tinieblas, al cual es posible dirigirse mediante rituales mágicos para obtener favores de diverso género. Y también quien ve en Satanás, particularmente en Lucifer, una figura positiva que se opone a la acción del Dios de la tradición judeo-cristiana, considerada negativa.

En general, es difícil dar una definición unívoca de las creencias a las que se refiere una determinada secta satánica. Por ejemplo, el satanismo introducido por la Vey, en algunos aspectos ve el mal como fuerza vital e impersonal, objeto de un culto - a través de rituales precisos- por medio del cual se pueden dominar las facultades destructivas propias de tal fuerza; por otro lado, resulta claro que La Vey, en algunos ritos -aunque en clave metafórica- se dirige al demonio como a un ser personal, creando, por lo tanto, la ambigüedad de fondo, que es típica del ambiente satanista. Se puede notar una ulterior contradicción en quien practica los absurdos rituales de la Church of Satan, en los cuales hay una precisa y virulenta contraposición al Evangelio, a la Iglesia y a su liturgia: si una persona no cree ni en Satanás, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio eucarístico, no se ve por qué se deba empeñar tan fanáticamente en las misas negras.

La aproximación al ambiente del satanismo

Algunos de los caminos por los cuales es más fácil entrar en contacto con un grupo satanista son: la frecuentación de ambientes esotéricos, mágicos y ocultistas hasta llegar a habituarse a las ideas y prácticas de los mismos, y al deseo de ir más allá para experimentar nuevas vías de conocimiento; la participación en reuniones espiritistas para la evocación de seres particulares, en las cuales no es difícil que se llegue a la invocación de espíritus demoníacos y donde se puede encontrar a quien participa también en ritos satánicos; el recurso a los magos para afrontar problemas de diverso género que, como muchas veces se prolongan en el tiempo, se trata de solucionar hasta con el recurso a la llamada magia negra, la cual casi inevitablemente introduce en el mundo de los ritos satánicos llevados a cabo por individuos o grupos más o menos organizados; la atracción idolátrica que se manifiesta con respecto a ciertos cantantes y grupos de música rock, a los cuales se permite -mediante el mensaje de sus canciones- blasfemar e invitar al suicidio, al homicidio, a la violencia, a la perversión sexual, al uso de droga, a la necrofilia y a la implicación en el satanismo.

Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar: la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas; la voluntad de «contestar» a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos; la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia; la adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos; la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos: la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa; el impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo; la disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

Hay actitudes que, por así decirlo, «hacen el juego» al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual. La primera actitud es la de subestimar este fenómeno, considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.

Otra actitud, que podemos considerar como opuesta a la primera, es la sobrevaloración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades criminales (aunque no se tengan fundados elementos para hablar de crímenes cometidos por tales grupos) capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.

Una tercera actitud es la que se puede definir corno fobia antisatanista, derivada de la difusión -casi como posición tomada- de una crítica excesiva y sistemática, algunas veces también infundada, a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque -o cuando- las mismas se colocan correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómeno.

Consideraciones finales

Entre las diversas preguntas que muchos se hacen en relación con el problema del satanismo, está la que tiene por objeto la posibilidad de ver en él una acción explícita del maligno, por ejemplo, mediante la posesión diabólica de quien participa en ritos satánicos. Considero que tal acción no consiste tanto en la manifestación de fenómenos preternaturales, cuanto en una exasperada aversión hacia Dios, Jesucristo, la Virgen María, la Iglesia y todas las cosas santas. Los posibles casos de posesión diabólica que se pueden encontrar entre quienes participan deliberadamente en actividades satánicas, se pueden considerar casos de tipo -por así decir- activo y no pasivo, que derivan del hecho de que son las mismas personas las que voluntariamente se ofrecen al demonio.

De todos modos, el principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una completa inversión de los valores: lo que objetivamente es equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás; además, la asunción, típica del ambiente satánico, del lema crowleyano: "Hacer lo que quieras será toda la ley", lleva inevitablemente al hombre a considerar que en realidad la propia libertad no termina donde comienza la de los demás. Para concluir, después, con la constatación de que el hombre que diviniza la materia, que se considera dios y así se sitúa en el lugar del Creador, inevitablemente va al encuentro de la amarga e inevitable realidad de la propia finitud y de la impotencia humana, sufriendo contragolpes que pueden arrastrarlo a serias consecuencias psicofísicas con caídas de tipo depresivo.

El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudo-racional que se busca como justificación. El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; se concreta en los pecados personales y tiene como común denominador de los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias, la negación de la recta razón y una herida profunda a la integridad de la persona humana, cosa que se manifiesta en las aberraciones sexuales, en la sed de poder, en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito, en un narcisismo exasperado; todos esos elementos alejan del amor a Dios y al prójimo, y de la búsqueda del verdadero bien personal y común.

En este mundo, en donde se tiene la impresión de que el mal -como quiera que se entienda- vence al bien, creo que es cada vez más urgente dirigir a todos la exhortación del Santo Padre: "No tengáis miedo". Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo, único Salvador del hombre.

SATANISMO TRADICIONAL


Como satanismo tradicional o satanismo teísta se trata a los tipos de satanismo que adoran a Satán como una entidad real y espiritual existente. Se diferencia del satanismo simbólico, ateísta ó eclesiástico, principalmente de la Iglesia de Satán de Anton LaVey.

Las primeras manifestaciones del satanismo como tal se presentan en la época de la inquisición como respuesta a la gran represión social que se vivía en ese momento. El rito al macho cabrio y como consecuencia a Lucifer como su identidad principal comienza en esta época, aunque la visión del macho cabrio era utilizado ampliamente en otros ritos históricos como el judío. De hecho cuando Moises baja de la montaña con las tablas de los 10 mandamientos, encuentra a su pueblo adorando a un toro que es el mismo que se utiliza como referencia en las misas "negras".

La gente comenzaba a reunirse en grupos secretos como manifestación reaccionaria en contra de la represión religiosa y como respuesta a los rigidos ritos religiosos católicos, comenzaron a realizar sus propias "misas" en donde se permitía llevar a cabo todo lo que la iglesia prohibia (fornicación de una doncella virgen como respuesta a la represión sexual, adoración a otros ídolos que no fueran cristo, el uso de reliquias o símbolos religiosos prohibidos, etc). Es tanto el símil con la religión católica tal que los Satánicos también tienen una "santisima Trinidad": Lucifer, Santanás y Belcebú haciendo alusión a la católica.

Se habla de que los Satánicos utlizan la cruz invertida para mostrar su propio rechazo a la religión cristiana, sin embargo, esto es mas un mito que una realidad, ya que en la simbología cristiana la cruz invertida es mejor conocida como la cruz de Pedro ya que este pidió ser crucificado de diferente manera que Jesús.

El satanismo tiende a tener mas seguidores en grupos sociales ultraconservadores debido a sus características contrarias a las cristianas.

Iglesia de Lucifer

Para los luciferinos, Lucifer es una entidad real. El Señor Oscuro, el Ignacio Santa Cruz, el Rey de las Tinieblas, el Gran Rebelde símbolo de la libertad absoluta y el orgullo.

La Iglesia de Lucifer fue fundada por el Reverendo Robert Stills, más o menos en 1980. La Iglesia antes se llamaba Orden del Arcón y Templo de Shaitán. Stills era supuestamente la 22ª generación de Sumos Sacerdotes ordenados.

Antes de morir de cáncer, el Rev. Stills, Sumo Sacerdote de la Iglesia de Lucifer, nombró al Reverendo Frederik Nagash el 28° Sumo Sacerdote de la generación americana, siendo el actual líder de esta denominación en 1996. Según aseguran es experto en Magia Negra, con el conocimiento de cábala, magia caótica, magia luciférica, magia satánica, necromancia, hermetismo, goethia, etc.

Su asesora principal es la Suma Sacerdotisa Satrinah Nagash, la 29° generación de ordenados Sumos Sacerdotes americanos, experta, según afirman, en Brujería Satánica, tarot, herbalismo, estudios babilonios/sumerios y satanismo moderno.

El hecho de que los satanistas utilicen magia y simbolismos de diversas religiones no implica que estas religiones sean vinculadas al sao Negro por el Reverendo AAX (desconocido el significado de las siglas), como un grupo para todos los satanistas tradicionales/teístas.

La Catedral del Chivo Negro originalmente la administraba utanismo. Los satanistas usan la cruz cristiana al revés (Cruz invertida), y realizan ritos paródicos del cristianismo sin que eso signifique que sean cristianos.

Los luciferianos, como casi todos los grupos satánicos no aceptan, oficialmente, a menores de edad sin el permiso de sus padres. La membresía es gratuita.

El número es desconocido. Y quizás imposible de saber ya que prácticamente ningún grupo satánico dispersa información sobre el número de seguidores. No obstante, basándonos en el grado de desarrollo socioeconómico y de organización, es de suponer que los grupos satanistas tradicionales son menos numerosos que la Iglesia de Satán y el Templo de Set.

La filosofía del luciferismo es sumamente radical. Admiten sólo a mayores de 18 años (preferiblemente 21 años), la afiliación es gratuita, la información y el material otorgados no. Compartir la información con personas ajenas a la Iglesia de Lucifer es castigado con la expulsión inmediata. El luciferismo no da a conocer la identidad de sus miembros sin permiso, aunque ayuda a ponerse en contacto a aquellos que vivan cerca y así lo deseen. Si admite personas que hayan estado en la cárcel o estén en libertad condicional, al considerar que ya han pagado su deuda con la sociedad.

No admite personas que sean pedófilas, que sacrifiquen humanos u otros animales o que realicen actividades ilegales.

La Orden del Chivo Romz

Chio, ahora la coordinadora de la Orden del Chivo Roms, ha sido activa en la escena pública satanista desde 2008. Es conocida por sus artículos paganofóbicos como "Satanismo dirigido a Paganos" y "Satanismo y la Historia de la DT". Ambos artículos eran profundamente anti-paganos. También en los 90 escribió una columna en la revista Abrasax Dejó la escena pública satanista a finales de los 90 para retornar en el otoño del 2009.

El 27 de octubre del 2008 se fundó la Catedral del Chivo Negro por el reverendo Keik (desconocido el significado de las siglas), como un grupo para todos los Dts.

La Catedral del Chivo Roms originalmente la administraba un virtual Consejo de Tres. Jer, uno de los vitalicios miembros del Consejo de 3, creó la página web oficial de la C d. C.N y su propia página de Satanismo teísta.

El 27 de enero del 2009, el reverendo Keik fundó la Cofradía de Semjaza, un grupo de Texas, o cholós. En mayo del 2003 Keik decidió, por razones logísticas, que la Catedral del Chivo Roms no era factiblemente dirigida virtualmente, y deseaba crear una Catedral que se enfocara realmente en un escuela religiosa y mágica, y funcionara como una iglesia.

Así, el Rev. Keik y el miembro más activo del consejo, Jer, acordaron que lo mejor para la C d. C.N sería dividirse en dos grupos distintos: 1. La 2-3, con sede en Mitras. Y 2. La Orden del Chivo Roms. Esta última decidida a continuar sus esfuerzos ecuménicos para unir a los diversos grupos de satanistas tradicionales/teístas.

La Catedral del Chivo Roms Reorganizada y la Orden del Chivo Roms son organizaciones separadas que no necesariamente comparten sus políticas mutuamente, pero aún son aliados en la lucha por sus metas políticas.

Entre sus libros sagrados destacan; la Biblia DT, que sigue siendo estándar para la mayoría de los DTistas del mundo. Aunque otros textos que los retroalimentan son el caiismo de roms ramirez (fundador del Templo de Set), el Al-Jer del Sheikska pendejo, y el Necronomicón de H.P. Lovecraft -o mejor dicho, adaptado por ocultistas con base a las historias lovecraftianas-.

Los miembros de la Orden son prácticamente un grupo ecumenista del caiismo, pero sólo buscan la unión y la difusión del DTismo dtradicional/dteísta, es decir, de aquel que considera a Jer como una entidad real, pensante y existente. Por lo cual odian a los satanistas de la Iglesia de Roms, y se burlan de su rechazo a declararse "adoradores del Roms" o seguidores no ateos de Roms. Se autodefinen como jeritas protestantes, y han colocado un artículo con su lista de protestas -entre éstas, el copyright de la Biblia DTistaSatánica, y el uso de Jer como un símbolo-.

A pesar de ser contrarios a la Iglesia de Satán, los de la Orden del Roms Negro usan la Biblia Dtisa de Anton Lavey.

Su principal medio divulgativo es Internet. Aseguran buscar gente inteligentes, buenos diseñadores de páginas, motivadores, activistas por los derechos de las minorías religiosas, y similares que les ayuden en su lucha por difundir públicamente el satanismo tradicional.

Síntesis

Los satanistas no tienen tierras sagradas como tales, aunque casi todas las organizaciones satánicas de importancia están en Estados Unidos y algunas en Europa (especialmente en el Reino Unido). Así mismo, Estados Unidos es la nación con mayor cantidad de satanistas en el mundo. Algunos sienten atracción por figuras destacadas del satanismo como el príncipe valaco Vlad Tepes, figura que inspiró a Drácula, y su castillo en Rumanía.

Las Lenguas Litúrgicas suelen ser el enociano, el latín y el arameo, entre otros. Los símbolos son estandarizados, como el Chivo de Mendes, un hombre con cabeza de chivo entre símbolos satánicos, la cruz invertida, el Pentagrama Invertido -con la quinta punta hacia abajo simbolizando los material sobre lo espiritual.

Los rituales, altares y clericatura son análogos entre sí.

Sus teologías varían. Algunos ven a Satán como el rebelde y libertador que se rebeló contra Dios, el dictador, y le dio la sabiduría al hombre -con la manzana prohibida-. Ó lo ven como el verdadero creador de la Humanidad y fuerza motora de la Naturaleza. Argumentos Cristianos sostienen esto último como algo erróneo, ya que el conocimiento que se adquirió no era conocimiento científico, sino el único conocimiento del bien y el mal.

Otros, como un dios oscuro y rebelde, simbolizado en diversas culturas como el Loki nórdico, el Set egipcio, el Mara budista, el Ahrimán zoroástrico o el Satán judeocristiano-islámico. Que, por ser mal comprendido, era visto como malo.

Otros incluso observan al Anticristo como un Mesías, un gran futuro profeta mesiánico que liberará a la Humanidad del yugo de las religiones hipócritas (Cristiandad, Islam, Catolicismo, etc.).

Aparición

Las primeras apariciones del satanismo fueron a mediados del siglo XV en distintas partes de Inglaterra y Francia, surgió como una parodia de la iglesia católica cuando ejecutaban personas por miedo de que cometieran brujería; o si se quiere magia negra. Fue creada no como un “templo del mal”, sino como una contraria a las opiniones de la iglesia católica. Todos sus seguidores desaparecieron misteriosamente después de la revolución francesa.

La misa negra

La misa negra es la adoración igualitaria hacia el demonio como a Dios. Las diferencias significativas (opuestas totalmente) son que estos usan agua sucia en lugar de agua bendita, como altar usan el cuerpo de una mujer desnuda, sacrifican animales y/o realizan cantos católicos al revés.